La foto: obra de arte o producto para el mercado
La fotografía es considerada una disciplina artística. Como todas ellas, inmiscuyen a su autor en cuestiones de espíritu, técnicas, estéticas y éticas. En sus fotos el autor impregna su visión e imprime allí, su pasión y su compromiso como artista ante la vida. La foto es finalmente su obra. Hay fotógrafos comerciales así como los hay artísticos. Esta diferenciación es muy importante ya q la ética puesta en juego en cada caso, es muy diferente la una de la otra. El fotógrafo artista imprime su visión como una devolución de su espíritu ante la belleza o el horror que lo inunda y el valor de su fotografía puede ser inmenso, o inconmensurable en términos dinerales. El fotógrafo comercial registra y aplica su técnica al servicio del mero rédito económico, es decir, su fotografía es en función del dinero a percibir, y no busca otros logros ni sostiene necesariamente una ética artística. No se puede usar una foto artística para promocionar un producto. Se utiliza una foto comercial para ello. La foto artística no quiere, no desea por definición, vender nada a nadie: expresa un alma. El fotógrafo artístico se vería totalmente perjudicado en muchos aspectos si viese su obra expuesta, sin consentimiento, al servicio del comercio de un producto para el mercado. Puedo comparar su foto con el cuadro de un pintor: este puede ponerle un precio a su obra con valores muy subjetivos ya q en principio nadie puede decirle que valor tiene lo que él inventa, produce o registra. Y puede preferir no vender su obra por razones personales o morales. Y puede querer ser remunerado si alguien utilizase su obra con fines no acordes a su intención.